6 Marzo 2020

DISFAGIA: CUANDO COMER YA NO RESULTA TAN FÁCIL.

La disfagia o dificultad para tragar, se produce cuando el proceso de mover los alimentos o los líquidos de la boca al estómago requiere más tiempo y esfuerzo por presentar dificultad en una o más fases de la deglución (oral, faríngea y/o esofágica).  La disfagia también puede estar asociada a dolor al tragar llegando a ser imposible en algunas ocasiones.

Cuando esta dificultad para tragar es de manera ocasional puede ser debido a que se come demasiado rápido o no se mastica la comida lo suficientemente bien.

Si ocurre por alguna de estas causas, no debe ser motivo de preocupación, pero si esto se mantiene en el tiempo si puede ser indicador de una mayor dificultad y va a requerir tratamiento especializado por un profesional, el Logopeda, que es el encargado de la evaluación, diagnóstico y derivación en su caso, al especialista que corresponda (otorrino, gastroenterólogo, neurólogo, nutricionista etc.)

Síntomas:

Los síntomas o signos asociados a la disfagia en adultos son:

  • Dolor al tragar.
  • Imposibilidad o dificultad al tragar
  • Sensación de que los alimentos se atascan en la garganta.
  • Babeo.
  • Voz ronca.
  • Regreso de los alimentos a la boca (regurgitación).
  • Adelgazamiento repentino.
  • Tos o arcadas al tragar.
  • Acidez estomacal frecuente.
  • Tener que cortar los alimentos en trozos más pequeños o evitar ciertos alimentos que dan problemas al tragar.

Los signos o síntomas asociados a la disfagia en bebes o niños son:

• Babear excesivamente.

• Problemas al masticar y deglutir.

• Expulsar la comida de la boca por una falta de control de la lengua.

• Escupir la comida.

• Rechazar la comida.

• Aumento de la duración de la alimentación, por ejemplo, más de 45 minutos.

• Signos de aumento del esfuerzo, fatiga, y disminución del estado de alerta.

• Dificultad para controlar los líquidos, comidas en puré, semi-sólidos.

   y alimentos sólidos.

  • Signos de distrés respiratorio durante la alimentación: cambios en los patrones normales de respiración, respiración con esfuerzo, respiración ruidosa, signos de fatiga durante la alimentación.

• Signos de aspiración: ahogo, tos, atragantamiento con líquidos y alimentos, distrés respiratorio, incluido roncus y sibilancias.

• Historia clínica recurrente de infecciones respiratorias.

  • Sensibilidad oral al tacto aumentada. Signos: sensibilidad de contacto aumentado dentro o alrededor de la boca, rechazo de la comida o muecas faciales, intolerancia a ciertas texturas de alimentos.

Factores de riesgo:

En bebés y niños las causas comunes de las dificultades para deglutir son:

  • Trastornos del Sistema Nervioso Central, como parálisis cerebral o neuropatías.
  • Anomalías congénitas de la cavidad nasal y bucal: Labio leporino o paladar hendido.
  • Prematuridad.

En personas adultas las causas más comunes son:

  • Algunas enfermedades. Ya que las personas que presentan ciertos trastornos neurológicos o del sistema nervioso son más propensas a tener dificultades para tragar: alzhéimer, párkinson, demencias, accidentes cerebro vasculares y algunos tipos de cáncer.
  • Envejecimiento. Debido al envejecimiento natural y al desgaste normal del esófago, los adultos mayores presentan un mayor riesgo de tener dificultades al tragar, sin embargo, la disfagia no se considera un signo normal de envejecimiento.

Tipos de disfagia:

Hay dos tipos de disfagia:

  1. Disfagia esofágica.
  2. Disfagia orofaríngea.

La disfagia esofágica se refiere a la sensación de que los alimentos se pegan o se quedan atascados en la base de la garganta o en el pecho después de empezar a tragar. Algunas de las causas de la disfagia esofágica son las siguientes:

  • Acalasia.
  • Estenosis esofágica.
  • Tumores esofágicos
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
  • Esclerodermia.
  • Radioterapia, etc.

La disfagia orofaríngea: en este tipo de disfagia hay determinadas afecciones que pueden debilitar los músculos de la garganta, lo que provoca dificultad para pasar los alimentos de la boca a la garganta y al esófago al comenzar a tragar, se puede tener sensación de ahogo, se producen arcadas o tos al intentar tragar, también se puede sentir que los alimentos bajan por la tráquea o suben por la nariz lo que puede provocar neumonía.

Algunas de las causas de la disfagia orofaríngea son las siguientes:

  • Trastornos neurológicos: esclerosis múltiple, Parkinson, …
  • Daño neurológico: ACV, traumatismo craneoencefálico, …
  • Divertículo faringoesofágico.
  • Cáncer, diversos tipos de cáncer o su tratamiento pueden producir dificultad para tragar.

Complicaciones:

La dificultad para tragar puede producir las siguientes complicaciones:

  • Desnutrición, adelgazamiento y deshidratación.
  • Atragantamiento.
  • Neumonía por aspiración.

Con el fin de mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas con disfagia, los colegios de logopedas respaldan el decálogo presentado por el Colegio de Logopedas de Galicia, que destaca 10 aspectos clave en la atención a estos pacientes:

1. Participación: las personas con disfagia y su entorno directo han de participar activamente en la toma de decisiones sobre su alimentación.

2. Información: Se debe proporcionar a la persona con disfagia información suficiente sobre las distintas opciones que existen para mejorar su alimentación.

3. Fácil acceso a productos específicos: la persona con disfagia debe tener fácil acceso a los productos necesarios para adaptar sus alimentos.

4. Adaptación de fármacos: la persona con disfagia tiene derecho a poder adaptar sus fármacos para una ingesta más segura, por lo que urge informar a los profesionales sanitarios sobre este aspecto.

5. Diagnóstico: la persona con disfagia debe recibir una evaluación adecuada de su deglución incluyendo el uso de técnicas instrumentales.

6. Globalidad en la intervención: la intervención en la persona con disfagia debe contemplar tanto medidas compensatorias como rehabilitadoras e implicar a todos los profesionales necesarios (nutricionistas, facultativos, logopedas…).

7. Seguimiento periódico: la persona con disfagia debe contar con un seguimiento especializado que permita controlar y revisar las medidas y tratamientos implementados.

8. Apoyo especializado: la persona con disfagia debe contar con  apoyo, independientemente del momento del ciclo vital y del lugar en el que se encuentre.

9. Investigación: se debe estimular que todos los profesionales implicados en el abordaje de la disfagia asuman un lenguaje común y puedan desarrollar investigaciones en este ámbito.

10. Difusión: es importante que la sociedad tenga mayor conocimiento de la disfagia y favorecer una mayor participación social de las personas con disfagia.

 

Bibliografía:

-Articulo Clínica Mayo.Disfagia.

-Best Practice: Identificación y manejo de la disfagia en niños con afectación neurológica.

- Decálogo Disfagia Colegio Profesional de Logopedas de Galicia.