16 Septiembre 2019

Discapacidad INvisible

Cuando hablamos de los Trastornos del Espectro Autista (TEA),  incluimos  este trastorno dentro de la “discapacidad INvisible”, ya que en muchos casos no se detecta a simple vista.

Quienes padecen este trastorno pueden presentar alteraciones en la integración sensorial, las cuales se manifiestan a través de respuestas disfuncionales a dichos estímulos, falta de habilidades sociales, etc. Es habitual que estas respuestas desadaptativas hagan pensar que nos encontramos ante un “niño maleducado” “malo” o que “tiene muchas rabietas”... y por ello, con frecuencia, son discriminados o apartados por ser considerados “conflictivos”.

Debemos tener siempre presente la diversidad de la sociedad en la que convivimos. Hay multitud de realidades que cada persona puede estar viviendo y nosotros desconocemos. La percepción del mundo siempre varía, en función de los ojos que lo miran. 

 

¡Orgullosos de ser murcianos!   

 

El pasado lunes 9 de septiembre, nuestra ciudad fue ejemplo de inclusión.

Por primera vez, en la feria de Murcia, se silenciaron todas las atracciones de feria y la iluminación quedó fija, sin luces parpadeantes. Esto favoreció que los niños con TEA pudieran disfrutar de la feria igual que el resto.

Así mismo, los parques infantiles públicos de nuestra ciudad están empezando a incluir pictogramas que facilitan a niños con TEA el correcto uso de los mismos.

 

Estos cambios, por pequeños que sean, no dejan de ser modificaciones positivas haciendo más visible una realidad: la discapacidad INvisible.

 

Otras medidas que se están llevando a cabo y que muestran cómo cada vez somos más conscientes y empáticos, son las relacionadas con los aeropuertos.

Desde AENA están llevando a cabo programas innovadores, para prestar una buena asistencia a personas con TEA, a quien les dan una cinta con una ficha de puzzle, símbolo internacional de las personas con TEA, y una tarjeta identificativa con el lema ‘Important Flyer / Pasajero importante’.

 

El objetivo de estos programas, es dar respuesta a las necesidades en materia de accesibilidad que presentan las personas con TEA y sus familias, ofreciendo mecanismos que contribuyan a una mayor sensibilidad para facilitar una respuesta más adecuada ante las necesidades de estas personas.

Queremos ayudaros a comprender un poco mejor el TEA:

 

-Perfil neuropsicológico de los niños con TEA: pensamiento inflexible, rígido. Apego a rutinas y conductas ritualizadas. Dada la falta de comprensión del entorno y la escasa interpretación de las pistas sociales, los niños con TEA crean sus propios esquemas mentales sobre las situaciones y hacen asociaciones entre unos estímulos y otros, con el fin de intentar encontrar cierta estructura en un entorno que para ellos es totalmente desestructurado. Cuando el desarrollo de una situación, no se ajusta a sus esquemas mentales, o dos estímulos que él ha asociado no aparecen juntos, pueden aparecer conductas disruptivas como expresión de su incomprensión y frustración, y de la ansiedad que éstas le provocan.

-Los niños con TEA procesan mejor los estímulos visuales, y que nuestra sociedad sea eminentemente verbal, tampoco les facilita las cosas. Los niños con TEA comprenden mejor el entorno si se les facilitan apoyos visuales. 

-Las alteraciones en el procesamiento sensorial. Cuando el cerebro de un niño con TEA recibe determinados estímulos del entorno, puede no procesarlos e interpretarlos correctamente, y por tanto, su respuesta puede no ser adaptativa ni funcional. Si somos capaces de ponernos en la piel de los niños con hipersensibilidad auditiva, por ejemplo, nos resultará fácil comprender porque son incapaces de seguir las explicaciones de la profesora en el aula. Estos niños perciben todos y cada uno de los sonidos del entorno, por mínimos que sean, y no son capaces de ignorarlos. Además los sonidos fuertes le resultan prácticamente como una agresión, por lo que situaciones en las que otros niños disfrutan, pueden suponer un verdadero caos para ellos (patio del colegio, la feria o una fiesta de cumpleaños). Esto unido a la falta de habilidades para enfrentarse y resolver las situaciones, suele provocar la aparición de conductas disruptivas.

 

 

Por eso, es importante desarrollar sensibilidad hacia las necesidades de personas con discapacidad invisible.

 

 

“El autismo no se lo pone fácil a nadie, pero intentamos vivirlo con naturalidad asumiendo lo que nos toca. Un día más, HOY, potenciaremos sus habilidades, aprovecharemos sus intereses y trabajaremos sus dificultades. Sentiremos que estamos juntos en este largo camino que nos queda. ADELANTE siempre. “Anabel Cornago, autora del blog “el sonido de la hierba al crecer”

 

 

(DIS)¡CAPACIDAD!

 

Para terminar, me gustaría retomar  del término “discapacidad “en rasgos más generales. Ya sabemos que puede haber personas que estén cursando algún trastorno o enfermedad, que les limite su funcionalidad con el entorno, y que esto no sea evidente a simple vista. Pero, me gustaría ir un poco más allá. 

¿Nos podemos encontrar otro tipo de barreras, que no se engloben dentro del marco de la discapacidad, pero que dificulten nuestra participación en la sociedad?

 

Reflexionemos un momento...

 

¿Acaso los miedos o complejos no limitan? 

 

La riqueza del ser humano está en la diversidad. Coexistir con la diferencia es la mejor manera de aprender, haciendo una sociedad más tolerante y empática, en la que el ser distinto deje de ir enlazado con la palabra “anormalidad”, ya que, cada uno de nosotros es un ser ÚNICO, y por lo tanto, somos TODOS diferentes entre sí. TODOS tenemos miedos o complejos, que también pueden ser barreras en nuestro desempeño ocupacional, o calidad de vida… 

TODOS somos DIFERENTES, y esa es la conciencia que tenemos que fomentar. Una persona con una marcha atáxica y otra con miedo al fracaso, pueden compartir “limitaciones en la participación plena e igualitaria en la sociedad”, lo cual, es la definición de discapacidad según la RAE.

 

 

Os propongo un reto… divulguemos este concepto:

 

“Lo más normal, es ser diferente.”

 

¿Te apuntas?